Como bien sabéis, la adquisición de una vivienda es la inversión más importante que realizaremos durante nuestra vida. Lo es por un tema económico, pero también por la implicación personal. Será importante asegurarnos que acertamos en la decisión.

A continuación, incluimos una lista con los 5 ítems más relevantes a tener en cuenta.

Distribución (estado actual y reforma)

La vivienda de tus sueños debería tener aquella distribución que deseas. ¿Cocina abierta o cerrada? ¿Una habitación al lado del comedor? ¿Dos baños o baño y aseo? ¿Espacios amplios y diáfanos o más habitaciones? Asegúrate que la vivienda puede, de inmediato o en el futuro, llegar a ser aquella que deseas. Una vez la hayas seleccionado, siempre es interesante contar con la opinión de un arquitecto  que te asesore para valorar si se pueden hacer aquellos cambios que deseas.

Edificio (instalaciones, antigüedad, estado de conservación y vecindario)

Será importante cerciorarse de la edad de la finca, en qué estado se encuentra el ITE (Documento que acredita el estado de conservación del mismo) mediante la Inspección Técnica del Edificio. Este documento es importante ya que será una guía para entender si vamos a tener derramas en los próximos años tras realizar la compra. Pero también hay que tener en cuenta, la existencia de portería, párking en la finca, ascensores, zonas comunitarias, … y sobretodo como está constituida la comunidad y qué régimen hay de reparto de gastos comunitarios . No está de más tener acceso a las últimas actas de comunidad para entender “que se cuece”.

Eficiencia Energética (Orientación, aislamientos, instalaciones)

Cada vez más, los compradores prestan más atención a la eficiencia energética de una vivienda, sabedores que, una mejor eficiencia, acabará trasladándose en un ahorro significativo en las facturas de suministros.

Desde 2013, es obligatorio que la vivienda cuente con el Certificado de Eficiencia Energética (CEE). Este certificado, realizado por arquitecto o aparejador autorizado, detalla cuan eficiente es una vivienda. Para ello, tiene en cuenta la orientación (de cuantas horas de sol disfruta la vivienda), la calidad de los aislamientos (medianeras con cámara, gruesos de paredes, tipo de cerramientos con o sin cámara) así como el tipo de sistemas de climatización / calefacción.

Documentación (certificados, cargas y afectaciones)

Durante el proceso de compra hay que verificar toda la documentación. Chequear que la Cédula de Habitabilidad (CH)  esté en vigor, que el Certificado de Eficiencia Energética (CEE) sea correcto, que quién dice ser el vendedor lo sea y esté en disposición de vender la vivienda, que no haya cargas y que, de haberlas, estas queden borradas el día de la escritura pública de compraventa, que el metraje sea el publicitado en el anuncio de venta y que no haya afectaciones urbanísticas. Además, también habrá que asegurarse que el inmueble dispone del ITE, que se encuentra al corriente de los gastos comunitarios, del IBI con el Ayuntamiento y con los suministros dados de alta y al día de pago.

Entorno (comunicaciones y localización)

Normalmente, la ubicación es el principal criterio a la hora de adquirir una vivienda. Elementos como cercanía a transportes públicos , colegios y/o universidades, centros deportivos, comercios, mercados cercanos , parques y zonas verdes. También hay que tener en cuenta próximos cambios urbanísticos que puedan mejorar o empeorar esa ubicación. A veces es difícil, cuando encontramos “LA” vivienda aislar estos elementos, pero son muy importantes a la hora de determinar el valor de ese inmueble y la proyección de ese valor a futuro.

 

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